La reforma fiscal que entrará en vigor en 2015 reducirá los tipos de gravamen en el IRPF en su tramo estatal quedando establecidas entre un mínimo del 10% y un máximo del 23,5% (en función de las rentas obtenidas).
A este porcentaje cada comunidad autónoma añade a su criterio el tramo autonómico. Así en el caso de Cataluña, que no reduce sus tramos, los tipos totales a pagar se moverán entre el 22% y el 49%, siendo junto con Andalucía los más altos de España.
Por contra la comunidad de Madrid tendrá un mínimo del 19,50% y un máximo del 44,50%. Lo que supone hacer pagar hasta un 4,5% más a las rentas más altas por decisión del gobierno autonómico catalán.